El escándalo de acoso sexual que sacude a la industria del entretenimiento japonés ha tomado un nuevo giro, revelando la implicación de exmiembros de la famosa agencia Johnny & Associates. En un contexto donde la sociedad japonesa comienza a confrontar abiertamente la cultura del silencio y la impunidad en torno a los abusos, la revelación de más casos de agresión sexual ha generado un clamor por justicia y responsabilidad.
El 9 de julio, durante la transmisión del festival de música “Tele Island Music Festival 2025”, la ausencia del presentador Kōbunkan Chika, quien ha sido una figura central en el evento desde 2014, fue notoria. Su falta ha suscitado especulaciones sobre su posible relación con el escándalo que ha envuelto a la agencia. Las redes sociales han estallado en un torrente de comentarios, muchos de los cuales sugieren que la cultura del entretenimiento japonés ha permitido que tales comportamientos se normalicen.
A medida que se desentrañan los detalles, se han identificado múltiples exintegrantes de Johnny & Associates como presuntos agresores. La comunidad ha comenzado a cuestionar la estructura de poder dentro de la industria, donde el estrellato parece proteger a aquellos que cometen abusos. La conversación se ha intensificado, con ciudadanos y activistas pidiendo una revisión exhaustiva de las políticas de la industria y la implementación de medidas más estrictas para proteger a las víctimas.
Los comentarios en línea reflejan una creciente frustración con la cultura del “BBQ”, que se ha convertido en un símbolo de la camaradería en la industria, pero que también ha sido criticada por su asociación con comportamientos inapropiados. Muchos argumentan que estas reuniones sociales han sido utilizadas como un medio para perpetuar el acoso. La noción de que el “BBQ” es un espacio seguro se ha visto socavada por las recientes revelaciones, lo que ha llevado a un llamado a la acción para transformar estos espacios en entornos de respeto y dignidad.
La presión pública está aumentando, y las voces que exigen justicia y transparencia no pueden ser ignoradas. Las organizaciones de derechos de las mujeres han comenzado a alzar la voz, instando a las autoridades a tomar medidas decisivas contra los perpetradores y a ofrecer apoyo a las víctimas. A medida que más personas se sienten empoderadas para hablar, se espera que estas revelaciones continúen sacudiendo los cimientos de la industria del entretenimiento japonés.
En un momento en que el mundo observa, la industria del entretenimiento en Japón se enfrenta a un punto de inflexión. La valentía de las víctimas al hablar podría finalmente llevar a un cambio significativo, desafiando la cultura del silencio que ha prevalecido durante demasiado tiempo. La sociedad japonesa debe ahora decidir si está dispuesta a confrontar este oscuro capítulo y a construir un futuro donde el respeto y la seguridad sean la norma, no la excepción.