El soberano ha convertido la que fuera la casa del jardinero jefe de la Reina Isabel II en un alojamiento de vacaciones.
El Rey Carlos III, en Sandringham.
Gtres
Aunque todos sabemos que la Corona británica es de las monarquías más ricas del mundo, últimamente sus movimientos están siendo analizados por los expertos. Hace unas semanas, la casa real hizo pública su estado financiero y sus cuentas para el próximo ejercicio. Ese informe reflejaba que los Windsor recibirán una subvención de 132 millones de libras (unos 150 millones de euros al cambio) frente a los 86,3 millones (100 euros al cambio) del año anterior. Estos pagos financian las actividades oficiales de la familia real británica y el mantenimiento de sus palacios. Sin embargo, lo más llamativo de dicho informe fue la tajante decisión del Rey Carlos III de poner punto y final al servicio del tren real debido a su elevado coste.
Tras más de 180 años de servicio y el paso de cinco reyes, el soberano ha decidido desmantelar de manera gradual este tren y dejará de ofrecer servicio en el año 2027. Todo ello después de que en 2024 se gastasen casi 90.000 euros en dos únicos viajes. Un elevado coste que la monarquía británica quiere dejar de asumir. A pesar de que durante el último año la institución alcanzó cifras récord de cerca de 1300 millones de euros por la explotación del patrimonio real, conocido como Crown Estate, ahora quieren aligerar las cuentas. No únicamente lo hacen con la “jubilación” del tren real, sino también han puesto en alquiler la que fuera la casa del jardinero jefe de la reina Isabel II en Sandringham.
La casa que fue del jardinero de la reina Isabel II, en alquiler.
Oliver’s travels.
La que fuera la casa del jardinero jefe de Isabel II está a la venta en un portal de alquileres de lujo
Sandringham House, ubicada en Norfolk, es una de las residencias reales de la Familia Real británica. Se trata de una mansión de estilo jacobita que cuenta con grandes ventanales, acabado de ladrillo rojo, un gran salón de viaje y un establo para albergar caballos. Precisamente, esto último hizo que fuera una de las propiedades favoritas de la reina Isabel II, gran aficionada a la equitación, al igual que la de su hija, la princesa Ana. La finca cuenta con una serie de jardines majestuosos, por lo que no es de extrañar que un jardinero jefe tenga fijada su residencia dentro de Palacio.
Destacan los grandes ventanales y la decoración.
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Dentro de la residencia de Sandringham existen una serie de casas construidas para el personal de Palacio. Sin embargo, Carlos III ha decidido convertir la que fuera la antigua casa del jardinero jefe de la reina Isabel II en un elegante lugar de vacaciones. Un lugar que se encuentra en el corazón de la finca, a tan solo 300 metros de la casa de la Familia real británica. Rodeado de imponentes pinos y bordeado por muros centenarios, ha puesto en alquiler esta casa por 5.253 libras semanales, lo que sería cerca de 6.500 euros.
La cocina, perfectamente equipada.
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El anuncio habla de todo lo que ofrece esta casa: “Su rica mampostería, sus ventanas arqueadas y sus frontones adornados con azulejos evocan un pasado con un propósito eduardiano, que en su día albergó al jardinero jefe de esta histórica residencia real. Hoy, ofrece una oportunidad única de habitar la elegancia atemporal de una finca privada, con comodidades modernas integradas en su historia””En el interior, la casa se despliega con calidez y carácter. Papeles pintados botánicos, muebles atemporales y ricos textiles evocan los ritmos de los jardines. La luz se filtra a través de los altos ventanales hacia una selección de acogedoras salas de estar, mientras que la cocina aporta un toque rústico a la casa. Las puertas francesas se abren a la terraza para desayunar al aire libre o tomar una copa al atardecer bajo el cielo de Norfolk“, apunta.